Bares por Leonora Vicuña

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Muchas de mis fotografías de bares tienen relación con lo que vivía día a día.  No trabajé series fotográficas, ni me impuse tareas. Si mal no recuerdo, aún no existía la estructura mental curricular de la vida concebida como una seguidilla de proyectos que se apilan unos sobre otros para conformar y definir “tu ser de artista contemporáneo”. 

Me gustaba juntarme con amigos en bares y boliches del centro, deambular por barrios populares,  y andaba a veces con la cámara y otras sin. De esos recorridos, salieron muchas de las fotografías que amplié y coloreé. Me gustaba particularmente el ambiente de los bares, donde se podía sentir algo de placer, conversar con los amigos, darle la espalda a la opresión y la mordaza.  Me gustaban los lugares no oficiales, las picás, los clubes de tango, los reservados, las quintas de recreo en Vivaceta o el barrio Matadero, hoy gentrificado y pirulo. Sé que en mis fotos hay una melancolía, que se ve acentuada por la gama de colores que utilizo sobre el blanco y negro, pero no olvidemos que entonces Chile era un país más bien tristón y profundamente nostálgico. No sé si habrá cambiado mucho…