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Maximiliano
Magnano

"A veces dan la impresión de que algo hecho hace un año es algo viejo cuando realmente no lo es. Creo que un libro se relaciona de otra manera con el paso del tiempo."

Maximiliano Magnano (Argentina) es un fotógrafo que retrata la cotidianeidad en la ciudad, necesita  estar siempre en movimiento, viendo lugares que no haya visto antes o viendo lugares conocidos bajo alguna perspectiva nueva.

 

"Empecé a hacer fotografía hace unos cinco años y muy rápidamente se convirtió en un recurso o en una herramienta para estar en contacto con el entorno en un momento en el que necesitaba precisamente eso. Creo que la fotografía es un medio muy útil para expandir el territorio o los límites de la vida cotidiana. Si no fuera porque emprendí alguna clase de búsqueda a través de la fotografía quizá no conocería muchos de los lugares o de las cosas a las que les presto atención ahora. El punto de inflexión es la llegada de este canal para la creatividad en un momento personal tan aburrido, como triste y poco estimulante".

1. ¿Cuál fue el punto de inflexión en tu historia personal donde la fotografía pasó a ser parte esencial de tu vida?

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M.M: Empecé a hacer fotografía hace unos cinco años y muy rápidamente se convirtió en un recurso o en una herramienta para estar en contacto con el entorno en un momento en el que necesitaba precisamente eso. Creo que la fotografía es un medio muy útil para expandir el territorio o los límites de la vida cotidiana. Si no fuera porque emprendí alguna clase de búsqueda a través de la fotografía quizá no conocería muchos de los lugares o de las cosas a las que les presto atención ahora. El punto de inflexión es la llegada de este canal para la creatividad en un momento personal tan aburrido, como triste y poco estimulante. 

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2. ¿Cómo ha sido tu camino de formación en fotografía?

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M.M: En líneas generales diría que fue un camino bastante independiente. Hice algunos intentos de aprender en escuelas de fotografía, pero no me sentí cómodo con sus dinámicas. Creo que es mucho más fácil desarrollar un estilo en solitario o de espaldas a los criterios más escolares sobre la buena fotografía. No creo que las escuelas no sirvan, al contrario, pero lo que siempre busqué es usar la fotografía para representar una forma de pasar por la vida y, por lo tanto, nunca tuve como prioridad sus aspectos más técnicos. Creo que la formación técnica es importantísima pero que está subordinada a las exigencias o necesidades de un estilo. 

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Aparte de todo esto, uno de mis mejores amigos es fotógrafo desde mucho antes que yo y tiene más camino recorrido que yo. Este vínculo siempre fue muy importante para mantenerme en contacto con la fotografía.

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3. ¿Cómo son tus procesos creativos?

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M.M: Para hacer fotos lo que necesito es estar siempre en movimiento, viendo lugares que no haya visto antes o viendo lugares conocidos bajo alguna perspectiva nueva. Esto es porque desde mi punto de vista la fotografía surge de una especie de estado de fascinación, pero siempre respecto de ámbitos cotidianos. No tengo procesos concretos, es simplemente circular, caminar o viajar hasta que algo aparece. Justamente por eso es tan difícil generar material en este año tan lento y en el que la circulación está tan obstaculizada. Hacer fotografía, para mí, no es tanto una exploración orientada hacia adentro, sino que siempre tiene que ver con alguna clase de expansión o de movimiento hacia afuera.

 

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4. ¿Cuáles son las estrategias de difusión de tu trabajo?

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M.M: Hasta ahora siempre usé redes sociales y no mucho más que eso. Diría que las uso más para mostrar que para difundir. Con esto me refiero a que simplemente muestro material confiando en que si es bueno entonces a alguien le tiene que gustar tanto como a mí. Las ediciones en físico que hice hasta ahora, que no son muchas, no las pensé como medios para difundir lo que hago sino más bien como otra manera de presentarlo. Creo que no soy muy estratégico en lo que hace a la difusión, simplemente me gusta mucho tener siempre fotos nuevas y eso me permite tener siempre un caudal bastante continuo que mantiene mi trabajo en movimiento. En ese sentido las redes sociales tienen una inmediatez que permite llegar a unas cantidades de público impensadas.

 

5. ¿Consideras la publicación del fotolibro como esencial? ¿Por qué?

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M.M: Pienso que sí, pero es algo que depende mucho del uso que se haga de la fotografía. No creo que todas las maneras de dedicarse a la fotografía tengan que orientarse hacia la publicación de un libro, pero creo que yo siempre tuve el libro como horizonte. Las fotos que hago van conformando una especie de relato y en ese sentido la publicación física es un soporte adecuado. Seguramente otras formas de concebirse como fotógrafx conlleven otros posicionamientos respecto de la publicación de un libro. Otra razón por la que me parece importante el libro es que quizá de esa forma se pueda romper un poco con esa dinámica tan transitoria que tienen las redes sociales. A veces dan la impresión de que algo hecho hace un año es algo viejo cuando realmente no lo es. Creo que un libro se relaciona de otra manera con el paso del tiempo.

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6. ¿Qué significa para ti el concepto de fotografía latinoamericana?

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M.M: Es un concepto tan amplio y tan heterogéneo que no sé si podría abordarlo de manera precisa. Claro que existe la fotografía latinoamericana pero no le asignaría rasgos que la determinen de alguna manera porque pienso que es tan variada como la fotografía de cualquier región. Desde mi lugar, siempre pensé que hacer fotografía en Sudamérica tiene ventajas y desventajas. Por un lado, es un contexto muy interesante que no está tan documentado y representado como otros (Europa o Estados Unidos, por ejemplo), así que hay mucho por recorrer todavía. Algo que encuentro que pasa con mis fotos es que el paisaje que muestran, desde el punto de vista de alguien que no es de acá, da una sensación de familiaridad desplazada, de un lugar que está en algún punto medio entre ser conocido y ser desconocido. Ese efecto me parece interesante. Por otro lado, y también desde mi experiencia personal al menos, la fotografía es cara y exige inversión. Creo que eso incide en cómo se desarrolla la fotografía en regiones con economías diferentes. Al menos en mí caso la economía siempre fue un obstáculo para avanzar en mis proyectos.

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7. ¿Qué opinas de la educación de la imagen en la sociedad; educación escolar u otra y cómo conectas la educación con tu trabajo?

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M.M: Las imágenes sirven para representar conceptos como por ejemplo el concepto de la felicidad o el de la belleza, cómo se ve una persona que es hermosa o cómo se ve la felicidad, qué aspecto tiene. Esto excede lo estrictamente escolar y es muy evidente en el marco de la publicidad y las imágenes que usa. Sin menospreciar para nada la publicidad, creo que muchas veces hace un uso de la imagen que aísla conceptos. A mí me interesa mostrar algo que sea hermoso pero que no esté perfectamente aislado o recreado sino que esté rodeado de otras cosas porque así es como se suele dar en la vida cotidiana. Las cosas que nos conmueven no se dan separadas de lo que nos parece feo o triste, ni los días se dan sin la certeza de que se van a terminar. Entonces a veces pienso en lo que hago como una forma de desandar la manera en que algunas ideas o conceptos se asocian a algunas imágenes en lo que fue mi formación como sujeto. No creo que lo que hago sea especialmente desafiante en su forma de relacionarse con la ideología, pero creo que la mejor manera que tengo para eludir estos modelos de pensamiento no es simplemente mostrar lo contrario o invertirlos, sino representar o mostrar estas ideas conviviendo de manera inseparable.

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